Encuentros Nacionales

 Encuentro Nacional en el año 2016 durante el Congreso Eucarístico en Tucumán 

            

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La Pastoral Carcelaria, pastoral de misericordia y reconciliación

La pastoral carcelaria es la presencia de la Iglesia en esta realidad que nos duele y nos interpela profundamente. El Papa Francisco nos convoca al Jubileo de la Misericordia y a abrir el corazón a muchos hermanos que viven en las más contradictorias periferias existenciales.

En una concepción reductiva de la seguridad, muchos creen que la respuesta y solución a la creciente inseguridad es la cárcel, hija de la injusticia y fruto del conflicto; en realidad, consecuencia de la suma de conflictos sociales que vivimos.

Precisamente desde la cárcel y desde el conflicto social queremos hacernos eco de un grito desgarrador, profundo y liberador: la reconciliación. Asumimos, una vez más, el desafío de proponer una justicia misericordiosa. La radicalidad de la violencia sólo se resuelve con la radicalidad del amor redentor.

La experiencia del apóstol San Pablo es la nuestra en distintos momentos de la vida. “Esto es muy cierto, y todos lo pueden creer, que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales soy yo el primero.

Por esa razón fui perdonado, para que en mí se manifestara en primer lugar toda la generosidad de Cristo Jesús, y fuera así un ejemplo para todos los que han de creer en él y llegar a la vida eterna.” 1 Tim 1, 14-15

Experimentar la alegría de ser perdonados, la liberación de sentir que se nos da otra oportunidad, de que no somos condenados, ni se nos refriega nuestro pecado.
Cualquier persona puede recorrer su historia, sus momentos de conflicto y pecado; ¿qué nos sanó?, ¿qué nos hizo bien?; ¿qué nos liberó de nuestras culpas?; más allá de nuestras creencias o ideologías, cualquier ser humano reconoce en su interior la extraordinaria experiencia del perdón como regalo, en momentos en que ninguna otra cosa nos hace bien, en que nada nos conforma o nos devuelve la paz.

Toda su vida Jesús nos habla del Padre misericordioso que está esperando nuestro regreso, que no tiene en cuenta los hechos cometidos, que ofrece gratuitamente su perdón porque nos ama con locura. Al regresar a los brazos del Padre somos restablecidos en nuestra dignidad, somos confirmados una vez más en la existencia por Aquél que nos creó y nos vuelve a decir que somos importantes para Él porque somos sus hijos. Y en el colmo de su gratuidad y amor, hace una fiesta, porque la alegría del perdón merece ser celebrada. (Cfr Lc, 15, 11 y ss)

Pero precisamente porque busca una reconciliación verdadera y radical entre todos, Jesús se esfuerza por erradicar las causas y el pecado que alimentan el enfrentamiento y rompen la fraternidad. Por eso se enfrenta con los defensores de tradiciones humanas que desvirtúan la ayuda de los necesitados (Mt 7, 8-13); condena el abismo que separa a los ricos de los más pobres (Lc 6, 20-26; 16, 19-31); denuncia el mal uso de la Ley que se pone por encima de la persona (Lc 6, 1 y ss). De esta manera, Jesús se convierte en fuente de conflicto, su búsqueda de una sociedad más reconciliada provoca la reacción violenta y agresiva contra Él que lo llevará a la muerte en cruz.


La misión de la Pastoral Carcelaria


La misión de la PP es la de Jesús: denunciar las causas más profundas del enfrentamiento entre los hombres, de los abismos existentes en nuestra sociedad que excluyen todo intento de fraternidad (cfr. Lc 16, 26); y anunciar con más fuerza el amor de Dios como Padre y Madre que nos hace hermanos con gestos concretos de perdón, de presencia, presentando el Evangelio como Ley Suprema, por encima de todo código, por encima de toda justicia humana y tribunal.


Los seguidores de Jesús, los discípulos misioneros del perdón, seremos signos de contradicción en un mundo que sigue proponiendo la cárcel como solución a la violencia social, y que cree que la reconciliación entre los hombres es imposible.


Algunos pasos a dar:


Reconocer los conflictos: “Cuántas situaciones de precariedad y sufrimiento existen en el mundo de hoy! ” Francisco, Misericordiae Vultus


Una persona presa deja al desnudo un conflicto social ya instalado, no resuelto y que además lo precede (exclusión, marginación, pobreza, etc.). La cárcel no resuelve el conflicto social instalado, sino que profundiza, reproduce y multiplica el conflicto.


Denunciar el pecado: “Que su grito se vuelva el nuestro y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia que suele reinar campante para esconder la hipocresía y el egoísmo.” (Fco. Op. Cit.)


La injusticia social, el sistema imperante de exclusión, la falta de oportunidades, la discriminación, el egoísmo, la corrupción; en definitiva, una globalización sin solidaridad que sigue la dinámica de concentración de poder y de riquezas en manos de pocos que produce la exclusión de grandes sectores sociales, que son sobrantes y desechables. (Cfr. Documento de Aparecida, 62 y 65)


Aportar a la humanización: “En cada uno de estos más pequeños está presente Cristo mismo. Su carne se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado, llagado, flagelado, desnutrido, en fuga…para que nosotros los reconozcamos, los toquemos y los asistamos con cuidado.” (Francisco, Op. Cit., 15.)


Por ello, queremos trabajar sobre “la espiritualidad de la pregunta”: animarnos en el ámbito de la cárcel, en medio del conflicto a hacernos la misma pregunta que hizo uno de los ladrones crucificados con Jesús: “¿Eres tú el Cristo? (Lc. 23, 39).


La pregunta de aquél hombre resulta ser muy lógica: en ese contexto, ¿puede realmente ser el Hijo de Dios un reo crucificado, insultado, burlado, rechazado?


La cárcel, ¿puede tener algún rasgo humano y divino, puede Dios hablarnos desde allí del mensaje liberador y reconciliador del Reino?


Toda la tarea y la misión de la Pastoral será rastrear el paso de Dios por la cárcel, descubrir el rostro sufriente de Yahvé en cada hermano encarcelado. Humanizar el sistema; rastrear los signos del Reino, pequeños, frágiles, pero con la fuerza de Dios en su interior; porque el Reino avanza, sencillamente y de a pie, pero avanza…


El pueblo judío: pueblo pequeño, insignificante, perseguido y dividido; el pesebre: lugar de animales; el Gólgota: lugar de tortura, sangre y muerte; el sepulcro, depósito de cadáveres que huelen mal; sin embargo, en todos estos espacios está Dios, detrás del sufrimiento y el dolor, está el Dios de la vida; todos ellos son sacramentos de Dios; signos de la presencia liberadora del Dios de la Vida.


Por allí va nuestra misión…, como ese ladrón crucificado, reconocer en la cárcel y en los encarcelados la presencia de Dios, que hace de ellos verdaderos sacramentos y desde allí forjar el perdón, como lo hizo Jesús prometiéndole el Paraíso. (Cfr Lc. 23)


Reconstruir la fraternidad desde el diálogo, promover el perdón: “Que la palabra del perdón pueda llegar a todos y la llamada a experimentar la misericordia no deje a ninguno indiferente”. (Fco. MV 19)


La cárcel no tiene nada que ver con el proceso de perdón y reconciliación que propone Jesús. La práctica penitencial de la Iglesia primitiva puede ayudarnos en esta idea de proponer una justicia misericordiosa basada en el perdón, el diálogo y la fraternidad.


El proceso penitencial era entonces un gesto y compromiso de la comunidad, no era un esfuerzo solitario del penitente; no se lo dejaba encerrado en cárcel, no se lo aislaba de la sociedad “hasta que cambie”; se lo acompañaba, había un compromiso concreto de la Iglesia que se transformaba en lugar de nuevo nacimiento. La cárcel no tiene nada que ver con todo esto.


Compartimos el sueño de Dios: un mundo sin cárceles; pero ello significa no sólo terminar con el sistema carcelario, sino generar una propuesta superadora que, a nuestro entender es la Buena Noticia del perdón y la reconciliación, únicos caminos de liberación y fraternidad.


Y Francisco, en la Bula de convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, vuelve a interpelarnos cuando dice “Dios va más allá de la justicia con la misericordia y el perdón”.


Y este es y será el mayor desafío de los discípulos misioneros en una realidad compleja, dura, inhumana, cruel, injusta y dolorosa como es la cárcel, uno de los Gólgotas del mundo contemporáneo: igual que la Virgen María al pie de la cruz, estamos llamados a ser testigos de la misericordia de Dios que no conoce límites y alcanza a todos sin excluir a nadie.


Preguntas para la reflexión


1. ¿Puedo reconocer la Misericordia de Dios en mi vida, las innumerables veces que fui indultado gratuitamente?


2. ¿Reconozco como el perdón y la reconciliación se me hicieron presentes a través de mis hermanos?


3. Estas experiencias propias: ¿me llevan a actuar con misericordia con los demás? 


4. ¿Alguna conducta humana deja a la persona que la ejecuta fuera del manto de la Misericordia de Dios?


5. ¿Qué hago en mi vida para aportar al surgimiento de un nuevo mundo que elimine la tragedia de la cárcel?



Febrero de 2016


XI Encuentro Nacional de Pastoral Carcelaria, llevado a cabo en Villa Allende, Córdoba, del 6 al 9 de febrero 2016


“Misericordia quiero”



El XI Encuentro Nacional de Pastoral Carcelaria se realizó en la casa de retiros San Alfonso, Villa Allende, Córdoba, entre el 6 y el 9 de febrero, convocado con el lema: “Misericordia quiero”. El tema que se desarrolló fue la misericordia.


El encuentro reunió a 66 participantes, entre los que se encontraban laicos, consagradas, diáconos permanentes, sacerdotes y obispos, pertenecientes a 33 diócesis.

El comienzo del encuentro, el sábado 6 de febrero, estuvo a cargo del presbítero Juan Carlos Cagliani, subdelegado de la región metropolitana y contó con la visita del ministro de Justicia de Córdoba, Luis Angulo.


Al día siguiente, el presbítero Fernando Lardizábal, de Rosario, acompañó las reflexiones que, teniendo como tema central la misericordia, se basaron en el mensaje del papa Francisco en la cárcel de Palmazola (Bolivia), y en la carta de Pablo a Filemón. Ese mismo día, los participantes recibieron la visita del arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez.

El lunes 8, el temario se centró en “La religiosidad popular en el mundo de la carcelación”, reflexión dirigida por María Patricia Alonso, coordinadora del Equipo Nacional, y por Miguel Ángel Gómez, delegado de la región metropolitana, ambos de la diócesis de Lomas de Zamora.

El último día del encuentro, los participantes trabajaron por regiones pastorales, y dilucidaron los desafíos pastorales para el 2016. Asimismo, se informó acerca del Congreso Eucarístico Nacional (CEN 2016) - que se llevará a cabo en la ciudad de San Miguel de Tucumán del 16 al 19 de junio- y las actividades de la pastoral carcelaria, como área temática.

Finalmente, los obispos Esteban María Laxague SDB, obispo de Viedma y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Penitenciaria, y monseñor Hugo Norberto Santiago, obispo de Santo Tomé y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Penitenciaria, celebraron una misa de envío, confiándoles a responsables regionales y diocesanos de la pastoral penitenciaria de la Argentina el gran desafío de “ser testigos de la misericordia en el mundo de la carcelación”.


Retiro de capellanes

Del 5 al 6 de febrero, antes del Encuentro Nacional de Pastoral Carcelaria, se realizó el retiro de capellanes de la pastoral penitenciaria de la Argentina, a cargo del presbítero Jorge García Cuerva, integrante del secretariado de la pastoral penitenciaria argentina y coordinador de la pastoral carcelaria por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).


Participaron del retiro 18 capellanes de establecimientos penitenciarios provinciales y federales, junto a dos religiosas.+

X ENCUENTRO DE RESPONSABLES DE LA PASTORAL PENITENCIARIA 2015

a Nivel Diocesano, Regional, Nacional
y de Profesionales (PROCAPP)
Sábado 7 al Martes 10 de Febrero de 2015
ENCUENTRO DE CAPELLANES
Viernes 6 al Sábado 7 de Febrero de 2015

Febrero de 2015

“Jesús les pregunta:…”¿Qué quieren?”. Jn. 1, 35-39





Sábado 8 al martes 11 de febrero 2014 


“JUNTOS FORTALECIENDO NUESTRAS RAÍCES “ 
IX ENCUENTRO DE RESPONSABLES DE LA PASTORAL PENITENCIARIA 


A nivel diocesano, regional y nacional Y DE PROFESIONALES (PROCAPP)
ENCUENTRO DE CAPELLANES - Viernes 7 a sábado 8 de febrero de 2014

Casa San Alfonso de los Misioneros Redentoristas  Av. San Alfonso y Borderó – TE (03543) 431599

Villa Allende, Córdoba

Para informes e inscripción, escribir a pastoralpenitenciariaargentina@gmail.com

ver Encuentro Nacional de Pastoral Carcelaria

“Celebrar y compartir la alegría de creer en Jesús”








XVI ENCUENTRO NACIONAL DE PASTORAL PENITENCIARIA

CHAPADMALAL MAR DEL PLATA 2010


  “Tú eres valioso, yo nunca me olvido de ti ”     leer más









XXV ENCUENTRO NACIONAL DE PASTORAL PENITENCIARIA

 SALTA 2008

“Discípulos y Misioneros de Jesucristo, en el mundo de la Carcelación”.
“En tu servicio cuidarás la vida de tú prójimo”.




XXIV ENCUENTRO NACIONAL DE PASTORAL PENITENCIARIA
SAN LUIS 2006

"No vine para ser servido, sino para servir